La receta de hoy la vamos a dedicar a la Macrolepiota Procera no porque sea el tiempo de su aparición, un poco tardío, si no porque desde esta página queremos salir en su defensa frente al ataque injustificado del que ha sido objeto en las últimas semanas.
Todo empezó en Cataluña, donde un grupo de personas, cometió la imprudencia, una vez más, de comer setas “parecidas” a las Macrolepiotas”, y parecidas es cierto que lo eran, no en vano están emparentadas, pero desafortunadamente no se trataba de Macrolepiotas si no de las tóxicas Lepiotas Brunneincarnata.
Las consecuencias; una intoxicación grave con resultado de muerte; noticia que los medios de comunicación se encargaron de difundir rápidamente, condenando injustamente a toda la familia, incluida nuestra exquisita Procera..
La Macrolepiota Procera, conocida también como Parasol, Apagallums, Galamperna y Cachote -según se la nombre en castellano, catalán, euskera o gallego respectivamente-, es una seta que, por su tamaño, puede llegar a ser espectacular, ya que los sombreros de algunos ejemplares pueden alcanzar los cuarenta centímetros de diámetro. Cuando es joven, estos sombreros están cerrados alrededor del pie y se parecen a una maza de tambor. Una vez abiertos, tienen escamas y mamelón central y bajo él, en el himenio, láminas blancas. El pie es alto, hueco, fibroso y abultado en la base, tiene también un anillo doble y móvil que se desplaza verticalmente.
Estas son algunas de las características -no todas- que nos ayudarán a identificar una Lepiota, y aunque esto resulte difícil de recordar para alguien no iniciado, lo que sí es fácil tener en cuenta es lo relativo a su TAMAÑO. Basta saber que nadie debe recolectar una Lepiota para consumir, cuyo sombrero sea MENOR DE 10 CENTÍMETROS DE DIÁMETRO.
En cualquier caso recordad que antes de degustar una seta recolectada por manos inexpertas, o ante la más mínima duda, debéis dirigiros a una Sociedad Micológica de vuestra ciudad en la estarán encantados de poder ayudaros; pero eso si, no las llevéis en bolsas de plástico ni destrozadas porque de esa forma, y aunque quisieran, los expertos no podrían echaros una mano.
MACROLEPIOTAS CON JAMON Y ALMENDRAS
Ingredientes:
- Lepiotas: Cantidad libre, aunque cuidado con abusar: a veces nos llevamos un susto innecesario, simplemente porque hemos comido demasiado. Para aquellos que con un “aperitivo” de setas no tienen suficiente, aconsejamos que las coman acompañadas de una base de pasta o verdura.
- Aceite, máximo dos cucharadas por persona.
- Almendras picadas, una cucharadita para cada uno.
- Ajo, al gusto
- Jamón, al gusto
Forma de hacerlas:
1.- Se desecha el pie leñoso* de las setas y se limpian retirando la cutícula del sombrero; esto último no es obligatorio pero las hará más digestivas y más suaves al paladar.
2.- En una sartén, echamos unas cucharadas de aceite y doramos ligeramente el ajo. 3.- Agregamos el jamón en tiras y las almendras picadas, rehogamos durante dos minutos y a continuación agregamos las setas troceadas.
Dejamos que sofrían a fuego lento durante diez minutos, o hasta que hayan consumido todo el agua, y servimos muy calientes; bien solas o como guarnición de un plato de pasta o verdura previamente cocida y rehogada.
NOTA
1.-Como casi todas las setas, la Macrolepiota contiene un porcentaje muy alto de agua, que en este caso oscila entre 80/90%. También, y en cantidades muy pequeñas, contienen hidratos de carbono, proteínas, minerales y vitaminas B2 B3 y D2.Cada 100 gramos proporcionan unas 20 calorías.
2.-* Esos tallos pueden desecarse para usarlos una vez molidos, bien en caldos o bien como harina de setas. Los sombreros cerrados van muy bien para rellenar con carne; los abiertos pueden cocinarse como escalopes, o troceados-y rehogados.
¡Buen Provecho!
Mª de la Paz Suárez y Pilar Fatou