Que el planeta Tierra no pasa por sus mejores momentos, creo que está fuera de toda discusión. Que si para salvarlo se sometiera a votación entre todos los organismos a quien se debe eliminar, casi seguro que el hombre ganaría por «goleada» y uno de los que más contribuiria a su salvación serian los hongos.
Si hablamos de setas y su utilidad con cualquier persona neófita en esta materia lo primero y casi único que le vendrá a la cabeza será el aspecto gastronómico, que no deja de tener importancia, pero, podemos decir que es lo menos relevante.
En primer lugar tenemos el efecto descomponedor de los hongos Saprófitos, en una hectaria de bosque madur
o se producen al año aproximadamente 10 toneladas de hojas, ramas muertas, etc., los que vivimos en un medio urbano estamos acostumbrados a ver en otoño a las brigadas de parque y jardines luchando con las hojas caidas y sacandolas con camiones, en el bosque no es necesario, los hongos se encargan de esa labor sin emplear maquinaria y devolviendo al suelo la materia orgánica necesaria para abonarlo y que los árboles tengan un mejor desarrollo.
Otro tipo de hongos, los Micorrícicos, no solo contribuyen al mejor desarrollo de los árboles multiplicando por 10 su capacidad de absorción de nutrientes, además de defenderlos de múltiples enfermedades, también pueden servir de puente para transmitir energía de un árbol maduro y fuerte a un individuo joven débil que de otra manera tendría muy complicada la supervivencia, hoy se sabe que pueden haberlo incluso entre distintas especies, por ejemplo entre un pino y un abedul; esta virtud se esta aprovechando para reforestar espacios muy degradados que de otra manera seria imposible que los árboles prosperasen.
Tal vez lo más novedoso, seria su capacidad descontaminadora, desde hace bastante tiempo se conoce la avidez de algunas especies por los metales pesados, fundamentalmente los del género Agaricus, el Agaricus macrosporus es capaz de absorber la mitad de su peso en Cadmio.
En los laboratorios Batelle en EE.UU. realizaron un experimento que consistía en poner cuatro montones de tierra saturados de Hidrocarburos, Fuel, Gasóleo, etc., una pila fue utilizada de control, se dejó tal como estaba otra se trató con encimas especialistas en romper las cadenas de Hidrocarburos aromáticos, otra se sembró de bacterias «comedoras de petroleo» y la última se inoculó con micelio de setas; al cabo de seis semanas se descubrieron todas las pilas, en las tres primeras no se notaba ninguna diferencia a simple vista, pero en la cuarta que habia sido inoculada con micelio, estaba cubierta de setas, el substrato estaba de un color mucho más claro y la presencia de Hidrocarburos habia disminuido de manera espectacular.
El micelio había absorvido el aceite y producido unas encimas, peroxidasas que rompen los enlaces carbono-hidrógeno, luego estas encimas remanufacturan estos compuestos convirtiéndolos en Hidratos de carbono, azucares que son el alimento de los hongos.
Al cabo de un tiempo con el sustrato descontaminado las moscas pusieron sus huevos en las setas, huevos que se convierten en gusanos, estos gusanos atraen a las aves que portan semillas en sus excrementos, y sus plumas efectuando una labor de siembra convirtiendo lo que era un montón de residuos apestosos en una isla verde y perfectamente útil para cualquier uso.
Como vemos las setas son algo más que un producto gastronómico de calidad. aprendamos a respetarlas, aprovechemos las que nos interese llevarnos a casa y dejemos las demás que se desarrollen tranquilamente y pensemos que pueden ser nuestro mejor aliado en la conservación de la naturaleza.
¡Ah y además alguna se come!
Ángel Rico Mon