Aunque esta receta no se ajusta al concepto de “encurtido” propiamente dicho, si que se le parece bastante y además tiene la misma finalidad; la conservación de setas mediante su inmersión en una sustancia acidificada como es el vino y el vinagre.
El “truco” para conseguir que los microbios de la descomposición no hagan de las suyas, es que las setas queden totalmente cubiertas por el aceite de relleno.
Buen provecho.
Ingredientes
- ½ kilo o más de cantharellus.
- 1 litro de vino blanco afrutado.
- ½ o 1 vaso de vinagre de manzana.
- Aceite de oliva virgen, suficiente para cubrir los cantharellus una vez envasados.
- ½ Cebolla.
- 1 Zanahoria.
- Unos granos de pimienta blanca y negra y unos clavos (opcional).
- Sal.
Forma de hacerlo
Lavadas y limpias las setas.
Echar el vino en una olla, agregar la zanahoria, la cebolla y las especias. Cocer a fuego lento hasta que el vino quede reducido a la mitad.
Agregar el vinagre, a voluntad, y darle un hervor.
Agregar las setas y dejarlas cocer durante 10 minutos.
Pasado este tiempo, apagar el fuego y dejar las setas en maceración hasta que enfríen.
Una vez frías, escurrirlas y colocarlas en tarros, para finalmente cubrirlas con aceite virgen de oliva.
Cerrar los tarros herméticamente y no consumir hasta pasados dos meses como mínimo.
Servirlas como aperitivo, acompañadas de unas buenas rodajas de pan con el que disfrutar del riquísimo aceite.
Maria de la Paz Súarez.